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  • 1 day ago | laregion.es | Carlos Risco

    Vivir es una despedida constante. Uno se despide de amores, de amigos, de ciudades, de casas en las que fue feliz. Pasado un tiempito en esto de existir, cualquiera va sintiendo lo que antes escuchaba a los mayores: negocios cerrados que otros conocieron y uno siempre querría haber sabido cómo eran, plazas que ya no están, edificios maravillosos que derrumbó algún lumbreras.

  • 4 days ago | laregion.es | Carlos Risco

    Hemos colgado la casa de pájaros de la misma rama del mismo árbol después de limpiar el nido anterior. Ver entrar y salir a la pareja inquilina recién multiplicada es la gran magia que mueve el mundo. Cuando la oropéndola. Ese pájaro esquivo es el aviso del verano. Su canto suena como el gluglú del agua: unas notas que tranquilizan el nervio y recuerdan que todo está bien. A veces la veo cruzar desde la ventana en el bosque de atrás como un destello de oro.

  • 1 week ago | laregion.es | Carlos Risco

    Todo paisaje recuerda. Recuerda que hay otro paisaje por debajo del que vemos en superficie. Ese, el de adentro, es más íntimo y real, porque no esta profanado con las luces y las máquinas de los hombres, que van haciendo del planeta cantera, vertedero y desierto en un mismo gesto. Los lugares conocen lo que han sido y, como también sucede a los humanos, que somos criaturas parecidas pero declinados de otra forma, lo evocan para consolarse y no olvidar quiénes son.

  • 1 week ago | laregion.es | Carlos Risco

    Todo paisaje recuerda. Recuerda que hay otro paisaje por debajo del que vemos en superficie. Ese, el de adentro, es más íntimo y real, porque no esta profanado con las luces y las máquinas de los hombres, que van haciendo del planeta cantera, vertedero y desierto en un mismo gesto. Los lugares conocen lo que han sido y, como también sucede a los humanos, que somos criaturas parecidas pero declinados de otra forma, lo evocan para consolarse y no olvidar quiénes son.

  • 1 week ago | laregion.es | Carlos Risco

    1 Para comprender. Si queremos escuchar a la naturaleza y sentir su complejidad vibrante lo primero que deberíamos hacer es callarnos. Sólo podemos saber de la maravilla del mundo dejándolo ser tal cual. No hay que conquistar nada ni a nadie. Basta con observar. 2 Porque es un desahucio. La hierba alta y los árboles sin podar ofrecen refugio y alimento a insectos, aves, reptiles y pequeños mamíferos.