Daniel Berehulak

Dec 15, 2024 | nytimes.com | Christina Goldbaum |Daniel Berehulak

Sednaya era, según la mayoría de los informes, la prisión de tortura más temible del régimen de Al Asad. Tan aterradores eran los reportes sobre los detenidos golpeados, hambrientos, ensangrentados y rotos que pocos en Damasco se atrevían siquiera a pronunciar su nombre durante el gobierno de Al Asad. El edificio está situado en lo alto de una colina a las afueras de la ciudad, rodeado de hileras y más hileras de vallas de hierro y muros de concreto coronados con alambre de púas.

Dec 13, 2024 | nytimes.com | Christina Goldbaum |Daniel Berehulak

The last time Ms. al-Neshi saw her son was in 2019, a year after he was arrested at age 20 from his dorm at Homs University. She had tracked him down in Sednaya and paid a prison officer a $9,000 bribe to visit him. When the guards dragged a young man toward her - feet shackled, hands tied, skin hanging off his bones - she burst into tears. "I told them, 'This is not my son,'" she said. "But he told me: 'I'm your son, Mom.

Dec 11, 2024 | nytimes.com | Daniel Berehulak |Christina Goldbaum

A primera hora de la tarde, la multitud había vencido. La gente inundó el congelador mortuorio. Pasaron por encima de los pies de un cadáver que yacía al otro lado de la puerta y rasgaron las lonas que envolvían a la decena de cadáveres que había en el lugar. Una mujer gritó ante lo que encontró. La mayoría de los cadáveres estaban raquíticos y la piel les colgaba de los huesos. Los hombros de un hombre estaban cubiertos de cicatrices de heridas punzantes.

Dec 10, 2024 | nytimes.com | Daniel Berehulak |Christina Goldbaum

For over a decade, tens of thousands of people living in Syria would disappear without explanation. They were picked up off the street. Plucked from university classes. Yanked out of stores as they bought groceries, and from taxis on their way home from work. Relatives were never told what had happened - but they knew. Many of the disappeared had been thrown into President Bashar al-Assad's vast network of prisons, where they were tortured and killed on an industrial scale.

Dec 9, 2024 | nytimes.com | Christina Goldbaum |Hwaida Saad |Daniel Berehulak

Llegamos a Damasco a primera hora del lunes, tras pasar por escenas surrealistas en la autopista que conduce a la ciudad desde Líbano. Esparcidas por la autopista principal que conduce a la capital siria hay reliquias recientes del gobierno de Bashar al Asad, cuyo régimen opresivo ha definido el país durante décadas. Menos de un día después de que los rebeldes tomaran Damasco en una ofensiva relámpago, la carretera estaba llena de tanques militares sirios abandonados.