Fabricio Abatte

1 week ago | lmcipolletti.com | Fabricio Abatte

Se destaca por su compromiso laboral y sensibilidad social. Un repaso por su larga trayectoria en Cipolletti, su vida y las anécdotas. ¿El vino solo o con soda? Ya no anda con la lapicera azul en la oreja ni la libretita de anotar en la mano. Los tiempos cambiaron pero su compromiso y sentido de la responsabilidad continúan inalterables. Para el histórico sodero José Sáez (63 años), de hecho, no hay jueves santo que valga.

1 week ago | lmneuquen.com | Fabricio Abatte

La emoción de María Angélica, quien saltó de la cama por la noticia: "Una alegría para el pueblo". Su deseo, el recuerdo de su marido y hasta un dato timbero. María Angélica Busin hacía fiaca en la cama bien tempranito este jueves sin quitarle la vista a su teléfono.

1 week ago | f.mtr.cool | Fabricio Abatte

Alan hoy vive alejado del centro y de la noche, ahora dedicado a la mítica chacra familiar para “sanar heridas”. Su ambicioso proyecto campestre y su transformación. De pleno centro a campo adentro. Del cemento a la tierra. Del ruido de la ciudad a la paz de la chacra y de la mítica Casa Amarilla cipoleña. De las luces de los boliches y las fiestas que él mismo organizaba a luz de la luna y las estrellas.

1 week ago | lmneuquen.com | Fabricio Abatte

Alan hoy vive alejado del centro y de la noche, ahora dedicado a la mítica chacra familiar para “sanar heridas”. Su ambicioso proyecto campestre y su transformación. De pleno centro a campo adentro. Del cemento a la tierra. Del ruido de la ciudad a la paz de la chacra y de la mítica Casa Amarilla cipoleña. De las luces de los boliches y las fiestas que él mismo organizaba a luz de la luna y las estrellas.

1 week ago | lmcipolletti.com | Fabricio Abatte

Alan hoy vive alejado del centro y de la noche y dedicado a mítica chacra familiar para “sanar heridas”. Su ambicioso proyecto campestre y su transformación. De pleno centro a campo adentro. Del cemento a la tierra. Del ruido de la ciudad a la paz de la chacra y de la mítica Casa Amarilla cipoleña. De las luces de los boliches y las fiestas que él mismo organizaba a las de la luna y las estrellas. De las relaciones públicas y el fútbol, a la soledad y el contacto con la naturaleza.