Juan Diego Madueño

2 weeks ago | elmundo.es | Juan Diego Madueño

EN una zona dominada por el aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas, los vecinos de la avenida de Machupichu tienen el telescopio de sus tímpanos puesto en los conciertos que IFEMA -el recreo asfaltado de la ciudad- tenía previsto celebrar a tres kilómetros de las viviendas.

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¿Cuál ha sido su sueño más raro? Una vez soñé que asistía a una conferencia de Freud. La interrumpía para llamarme por mi nombre. Me pegaba una bronca que me dejaba tiritando delante de todo el mundo. Haces esto mal. Esto no se hace. Salí de ahí, desperté y pensé 'menos mal que no ha ocurrido'.¿Dónde dio su primer beso? En la boca. Creo que fue una noche de fin de año. Fue mi primer novio. Hacía tiempo que iba detrás de mí. No había tenido nunca novio. Justo con las campanadas nos dimos el primer beso.

2 weeks ago | elmundo.es | Juan Diego Madueño

La casa de Severo Ochoa, en la calle Miguel Ángel, 1, en Madrid, tenía dos altares. "Un retrato de su padre [Severo Manuel Ochoa] y el cuadro que le dedicó Dalí. Con las palabras Nobel y Ochoa escritas por todo el lienzo. No sé qué habrá sido del cuadro". Habla Enrique Fierres, el último amigo de Severo Ochoa, presidente de Auxilio Mutuo, el hospital fundado por un grupo de españoles en Puerto Rico, cuando el país era todavía una provincia de ultramar, en 1882.

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La vista panorámica de la princesa Leonor conecta otra vez a la Monarquía. La adolescente captada a remojo en una playa de Uruguay, tapada por un bikini arrugado, con la tela dada de sí, rodeada de cinco amigorros que acaba de conocer a bordo del Erasmus marinero de Juan Sebastián Elcano, es la heredera de Felipe VI, el rey arrinconado. Las condiciones a las que accedió al trono tras la abdicación de Juan Carlos I eran leoninas. No se le permitía mostrar ni un atisbo de carisma.

3 weeks ago | elmundo.es | Juan Diego Madueño

No existe en la ciudad otro plan parecido a escuchar las ruedas de prensa del Cholo Simeone, el hombre dispuesto a cambiar la Historia del deporte. Cada fin de semana ofrece la oportunidad de asistir a su proyecto faraónico de resignificar la derrota. Hasta ahora, los madrileños habían sufrido los inconvenientes provocados por la transformación del urbanismo que, cada cierto tiempo, lleva a cabo los alcaldes. El rey Carlos III hizo paseable este vertedero del poder.