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3 weeks ago |
lasprovincias.es | Ramon Palomar
ComentaCompartirSiempre lo habíamos sospechado, pero ahora lo confirmamos con el dato exacto: nuestra Comunitat es el territorio español con más fiestas por metro cuadrado, por ... decirlo de alguna manera. No perdonamos. Fallas, moros y cristianos, carnavales, fiestas patronales, bous al carrer, bous a la mar, bous en la montaña, en fin...
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3 weeks ago |
abc.es | Ramon Palomar
Perdigones de plataEl mutismo de Sánchez huele al cacareo gallináceo del que pretende ganar tiempoEl dogmaLa caídaLas películas clásicas que logran emocionarme hasta derramar una lagrimita cristalina un tanto moñas suelen destacar por el laconismo de sus protagonistas. Hablan poco, pero actúan con rapidez cuando los momentos clave. Un ejemplo lo encontramos con el Clint Eastwood de la trilogía dirigida por ... Leone.
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3 weeks ago |
lasprovincias.es | Ramon Palomar
ComentaCompartirCircula por ahí una porción de personas que, siendo harto pacíficas, siente una extraordinaria querencia hacia los ensayos que desmenuzan los conflictos armados, con preferencia ... hacia todo el horror que rodea lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial. Milito en ese grupo de entrañables majaderos.
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3 weeks ago |
lasprovincias.es | Ramon Palomar
ComentaCompartirIgnoro cuando adoptaron la malsana costumbre de impedir las preguntas de los periodistas. Se limitan a ofrecer una declaración pero cercenan el derecho a preguntar ... porque eso molesta, incomoda, perturba, atosiga, yo qué sé. Lo malo de esta repugnante moda es que la han abrazado desde los mandamases de la grifería dorada hasta los mindundis de las grasientas alcantarillas.
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3 weeks ago |
lasprovincias.es | Ramon Palomar
ComentaCompartirCuando nombran eso de «la calle» como si fuese un entre que respira y palpita no sé bien a qué se refieren. «La calle dice», « ... hay que escuchar la voz de la calle», «la calle ruge ante los desacatos». Todo suena vago y difuso como el tenue pedo de un periquito.
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3 weeks ago |
lasprovincias.es | Ramon Palomar
ComentaCompartirEn este océano de chanchullos, intentos de chantaje tan de novela de Ellroy, posibles extorsiones sentimentales de baja estofa, enchufes apocalípticos, juegos sucios, turbulencias de ... cloacas, batracios que chapotean en el légamo de la miseria moral y arrebatos que lindan con la delincuencia más atroz, creo que no le hemos prestado la atención necesaria a un rayo de honradez que nos ha sorprendido.
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3 weeks ago |
abc.es | Ramon Palomar
En el lóbrego sótano de la catedral de Tánger, una monja delgada de rostro afilado que lucía bello bozo sobre el labio superior y unas gafas robustas con montura de carey, nos enseñó la diferencia entre el bien y el mal. En realidad ya ... intuíamos el abismo que separa la luz de la oscuridad, pero no nos vino mal la lección de aquella monja para reforzar nuestros incipientes esquemas de renacuajos que chapotean despistados en la charca de la vida.
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3 weeks ago |
lasprovincias.es | Ramon Palomar
CompartirLos clásicos del terror con casa encantada, esa vieja mansión que cruje y que esconde secretos en los sótanos, en los pasadizos clandestinos y en ... los desvanes tachonados por telas de araña, nos divierten y nos atraen porque convierten un inmueble en un personaje dotado de vida propia. Imagino que nuestros pisos, nuestros adosados o nuestros chaletes adquieren, con el tiempo, algo de nuestra personalidad, y que eso quizá les concede un pequeño aliento que les hemos prestado.
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4 weeks ago |
lasprovincias.es | Ramon Palomar
CompartirEn el interminable y húmedo culebrón formado por esa tríada ya habitual en nuestra vidas, me refiero a Koldo-Ábalos-Señoritas, una chica, también, presuntamente ... enchufada, una que fue Miss Asturias, ha declarado que Koldo le pedía «cosas obscenas» vía telefónica. Eso de «cosas obscenas» confieso que me intriga. ¿Cómo de cochinas eran (si es que es verdad, oye) esas cosas que el grandullón reclamaba?
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4 weeks ago |
abc.es | Ramon Palomar
Durante años dominó el cotarro con mano de hierro. Sus gritos fruto de su eterno mal humor alcanzaban los rincones más lejanos de su imperio. Nadie osaba contradecirle y todos conocían sus alardes lúbricos de auténtico depredador, su saliva espesa y corrosiva de peligroso ... baboso profesional. Silenciaban sus trapacerías infectas porque sus estómagos dependían de sus mercedes, de sus caprichos.